lunes, 14 de diciembre de 2009

... Me sigue oliendo a azahar.

Como dice la canción, "Sevilla tiene un color especial..."

¿A qué viene esto? Sencillo, este fin de semana acompaño a mi amor, a Sevilla a hacer un examen de oposiciones. Vuelvo, como ella una vez me dijo, al lugar donde vivimos tantas cosas. Vuelvo a un lugar, que pese a ser "oficialmente" antagónico a mi tierra, Málaga, tiene un hueco demasiado especial en mi corazón.

Y es que, Sevilla es como Arquitectura (valgame la comparación) y como los amores. O se les odia o se les ama. Pero es imposible las medias pasiones cuando de ellos se refiere. Y es que a veces es tan fina la línea que los separa que se confunde.

Hubo un tiempo que pensé que la odiaba con todas mis fuerzas. Odiaba a Sevilla y a todo lo que representaba. Pero no se puede odiar un lugar donde has vivido tanto bueno, y tanto "malo" que se ha convertido en buenas anécdotas para el recuerdo. Fueron siete preciosos años de mi vida pasados allí. Siete años (como los siete bíblicos que sufrieron las tribus de Jose) de bonanza y penurias. El encanto de la ciudad, sigue impregnado en mis retinas y sus aromas todavía vienen a mi mente, no en vano "... me sigue oliendo a azahar".

De allí me quedo con sus calles y sus vistas, sus jardines y sus edificios. Los lugares con encanto que esconden rincones entrañables. De allí me quedo con la gente foránea, esos sevillanos de las cañitas y el Betis que tanto aprendí a apreciar, con la gente que viene de fuera y que adopta Sevilla como propia, l@s amig@s que conoci en el camino y que siempre tendrán un huequito en el corazón, pues cada uno ha significado un algo y ha creado una parte de lo que es mi caracter (para bien... eso espero... o para mal)

A Sevilla no se la puede odiar (a pesar de que en la feria de Málaga griten sevillano el que no bote). Odie el tiempo que significaba quedarme estancada y el año pasado temblaba de visitar la ciudad y de coger el tren para pararme en San Bernardo.

Entonces ¿por qué se me cae una lágrima cada vez que en el mp3 pasa la cancion "Sevilla tiene un color especial "? Porque la echo de menos. Esta mañana caminando hacia la estación (destino Madrid) pasaba por mi cabeza todas las imágenes que han poblado esos años.

Porque para mí, Sevilla es una tarde lluviosa en Reina Mercedes y un dia de sofocante calor en la Cartuja. Es una canción al lado del Guadalquivir y un tango en la feria de las naciones en Octubre. Es una cocacola en la taberna del porvenir y un dia de Judas en el Paseo de Europa. Son paseos con mi amor por el puente de Triana y un mediodia dibujando las casas viejas de la trasera de Calle Castilla. Sevilla es el miedo a ver el amanecer con un error fatal y las risas bailando la conga por los pasillos de la residencia. Es un dia comiendo en San Marco con mis padres y otro dia en el oriental con Mar y mis amigas del "friki world". Es mi primera partida de vampiro en la habitación 231, novatadas en la terraza (nunca olvidare la carrera de caballos) y pintura de cara en la 208. Es una maqueta rota, esas entregas incompletas y sueños finalmente cumplidos.

Son tantas cosas que no caben en una sola entrada, pero lo que esta claro es que no puedo odiar una ciudad que me vio crecer en muchos sentidos. Y aunque esa etapa está cerrada y lo sentí ese último dia que recogí un carpetón negro tamaño A1 con el fruto de mis pesadillas, espero no perderte nunca. Hoy Sevilla te pido perdon: Lo siento; de veras te extraño... sigues teniendo tu duende.

4 comentarios:

  1. Qué bonito te ha quedado el post!! Yo sabía que tenía que llegar este momento.

    ResponderEliminar
  2. Qué bonito te ha quedado el post!! Yo sabía que tenía que llegar este momento.

    ResponderEliminar
  3. Me he puesto la canción de "Sevilla" de Arturo Pareja Obregón para leer esta entrada tan enorme. Podría completar la de "Sevilla tiene un color especial".

    ResponderEliminar
  4. ¿Esto es una especie de venganza? A mí me has emocionado.. Yo quiero llegar a mirarla con ese cristal, la nostalgia no me falta pero ¿sabes qué? el duende está dónde tú quieras verlo.
    Un beso y gracias por la conga, la pintura, la carrera...

    ResponderEliminar